Uno de los primeros días del año, en nuestro grupo de whatsapp,
comenzamos a intercambiar opiniones sobre el formato “diario íntimo” como género
literario. Usamos a Vila-Mattas, Levrero, Virginia Woolf, M. Duras para
envalentonar nuestros mensajes, hasta que por fin arribamos al Libro del desasosiego, escrito por Bernardo
Soares, heterónimo de Fernando Pessoa.
¿Se trataba de un diario íntimo?, ¿de una autobiografía?, ¿en qué se
diferencian una y otra cosa?, ¿quién escribe el Libro del desasosiego y para qué? Esa misma semana trazamos un plan de lectura conjunta,
debíamos conseguir los tres ejemplares del Libro -siete días, caminatas por Tristán Narvaja, un par de llamadas, y teníamos los desasosiegos listos-; restaba esperar
a ver qué nos deparaba Fernando Pessoa, traducido al español por alguien
llamado ¡Perfecto Cuadrado!, sí, ese el nombre del traductor en la edición de
Acantilado, una garantía de calidad.
Pasados los días y las páginas decidimos escribir un Diario de lectura, nos gustó la idea de dejar
escritas las impresiones, asociaciones, desacuerdos, alborotos de ideas, y por
supuesto, los desasosiegos que el Libro
nos trajera.
Ojalá contemos con los comentarios de otros lectores: de Pessoa, de
diarios íntimos, de los párrafos semanales que vamos a ir subiendo.
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