Psicoanálisis estético III: sublimación, sublime, sinthome

Por Mayra Nebril

Es increíble cómo recortar un tema de trabajo – La estética del psicoanálisis, ¿existe?- permite abrir una ventana en libros leídos, e incluso estudiados, que no parecían en un primer momento estar relacionados. 

Una idea - la búsqueda de conexión entre ética y estética- me llevó a revisar el seminario 7 de Lacan, La ética del Psicoanálisis. ¡Fue una sorpresa encontrarme con la cantidad de veces en las que Lacan aborda, indirecta o directamente, la perspectiva de la estética, y lo bello, en conexión con la ética!

Fue un hallazgo descubrir cómo quedaban frente a frente dos conceptos: la sublimación y lo sublime.

La sublimación- de la que Lacan habla, y mucho, en este seminario- y Lo sublime- concepto íntimamente relacionado con la estética, aparecido en el libro Sobre lo sublime de Pseudo-Longino s II AC aprox, y olvidado hasta que en el renacimiento, y especialmente Burke lo retoma y lo vuelve a poner en circulación.

¿Está emparentada la sublimación, con la estética y con lo sublime?

Tal vez, una vez llegados a este punto, es una obviedad, pero hasta hace pocas semanas no estaban tan cerca ambos términos.

Sublimar- con la connotación freudiana y lacaniana- no se encontraba emparentado con Lo sublime, como categoría especial de los hechos estéticos.

La definición de sublime, era para mí, la primera separación operada por el arte para despegarse de la belleza como único valor buscado. Lo sublime distanciaba al arte de la búsqueda de perfección y armonía que hay detrás de la belleza, y alineaba a la sublimidad con el encuentro con el éxtasis, el asombro, la veneración, el entusiasmo, el arrebato, y el miedo. Según palabras de Burke, la sublimidad es “la emoción más fuerte que la mente es capaz de sentir.”

Mientras que la sublimación remitía al concepto freudiano, según el cual sin que operara la represión se cambiaba la meta y el objeto sexual, por unos socialmente aceptados, elevados, y sublimar era también, el aforismo lacaniano tan citado “elevar el objeto a la dignidad de la Cosa”, objetivos, caídos en desuso, de lo que antes se pretendía en un fin de análisis, ¿o no?

Lacan, en el seminario 7, rodea el concepto de sublimación, y arriba, si es que tal palabra puede usarse, a Lo bello-concepto que según entiendo incluye además de la belleza a lo sublime. De hecho es en esta relectura de La ética del psicoanálisis que se acercan y emparentan en mi diccionario sublimación con estética y lo sublime.  Citas del seminario 7

Lacan va abandonando el término sublimación, pocas veces vuelve a trabajarlo luego de este seminario. ¿Cuál es el concepto “heredero” de sublimación? Al tratarse de lo que se obtiene al final de un análisis, podemos preguntarnos si ¿será el término sinthome? El sinthome, para el último Lacan, es la figura del fin de un análisis, un saber hacer. La creación de un cuarto nudo que abre la posibilidad de sostenerse de un nuevo modo, invento en la manera de vivir. Estaría emparentado con la creación, ¿de qué? 
Lacan habla de la escritura como sinthome en Joyce, claro está que no sólo de arte se trata el asunto, ¿entonces?

¿El sinthome sería un hecho estético? ¿Poético? ¿Científico? ¿Sublime? ¿Místico?
En eso estamos trabajando. ¿Ustedes?

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