Toc Toc Toc
—¿Quién es?
—Un querido lector.
—¡Qué suerte! Adelante. Tome asiento.
—Lindo lugar, eh, cómodo, luminoso. Naranja y violeta. ¿Estamos
adentro del logo de Langue Lengue?
—No sé dónde estamos. ¡Pero, qué alegría que esté acá conmigo, querido
lector! Sabe que tengo que escribir una carta, y no sabía cómo empezar o qué
elegir para decirle.
—¿Y para qué iba a escribirla, entonces?
—Bué, es una buena puntualización la suya, querido lector, quería
escribir una misiva, pero vio lo difícil que es lidiar con lo que uno quiere.
—¿Y para qué es la carta?
—Está terminando el año. Y con diciembre llegan los cierres, los
balances, los agradecimientos, los saludos.
—¡Hubiera sido mejor que organizaran una buena despedida de año!
—Estoy de acuerdo con usted, querido lector, pero decidimos hacer
cartas, somos cuatro para resolver, democracia que le dicen, y resulta que la
carta fue lo que consiguió más cuórum. Y bué, ¡yastá! Escuche esto que voy a
decirle, decidimos también darle una buena bienvenida al 2013, con unos
fabulosos talleres sobre Levrero, a los que desde ya lo estamos invitando.
—¿Mario Levrero?
—Sí, Marito para los íntimos. Nos encanta. Nos hace pensar un montón
en la escritura y en psicoanálisis. Además, el hombre tiene una peculiaridad,
¿sabe?
—¿Cuál?
—Nos hace escribir. Es como un encantamiento. Lo leemos y escribimos.
Magia. Pruebe en el verano, querido lector.
—Voy a probarlo y le cuento. Pero sigo sin entender para qué me
precisa acá.
_¿Está apurado? Me gusta que esté acá, lo quiero conmigo para
inspirarme, para hablarle a usted, a alguien que, como ejemplo, me permita
salir del abstracto.
—¿Qué dice? ¿Es que Yo no existo, acaso?
—Espero que sí, querido lector, espero cada vez que usted esté allí,
pero...
—¿Allí?
—Allí, aquí. Su Yo, mi Yo. ¿A quién le escribo? No nos enredemos en
esos avatares existenciales de los que saldremos deprimidos. Yo le digo a
usted. Punto. ¿Entendió? Sí, a usted, a usted.
—Diga de una vez, mujer. ¿A usted le parece que esto avanza?
—Silencio. Por favor. Querido
lector: He disfrutado mucho escribiendo para Langue Lengue.
—¿Me voy?
_¡Pero no, hombre, quédese!
—Hábleme entonces mirándome a los ojos. ¿Y podés tutearme?
—Lo intento. Acá voy… Querido lector, sí, a vos, a vos quiero contarte
que me gustó mucho trabajar cada tema con mis compañeras de viaje, que me
encantó debatir cada tópico como si de esa conversación dependiera el fin del
mundo, que cada artículo surgió como producto único de un pensar colectivo. Y
sobre todo, que a lo largo del año, el devenir de Langue Lengue me ha mantenido
leyendo entusiasmada y amalgamando mis interrogantes a las de Paola, Elianna y
Cecilia. Agradezco haber construido un espacio con otros en el que decir y
sostener lo que digo, en el que leer y pensar y repensar lo producido.
—¿Hablás o escribís?
—No lo sé.
—Suena a escrito y leído en voz alta.
—Es que me pidieron que hiciera una carta. No me interrumpas, querido
lector.
—Seguí. Dale.
—Ya no sé qué era lo que decía.
—Contame de qué hablan en las reuniones.
—Hablamos de psicoanálisis, ¡qué lindo es hablar de psicoanálisis!,
hablamos de literatura, ¡qué pasión nos despiertan algunos autores, libros,
temas!, y además hablamos de ustedes.
—¿De quién? ¿De mí?
—Nos preguntamos si hay otros leyendo. Y quiénes son. ¡Qué alegría nos
inunda cuando alguien lee y comenta alguno de los artículos, cuando la pregunta
nos permite abrir ventanas, cuando juegan y nos dan ganas de divertirnos con
otros cuyos temas y derroteros son similares.
—… ¿Ta?
—Una cosa más y redondeo.
—Dime.
—Lo más importante de todo.
—¿En serio?
—¿Te da curiosidad?
—Sííí. Estoy intrigadísimo.
—¡Qué alivio contar con tu curiosidad! ¿O estabas siendo irónico?
_ Si te escuché hasta ahora, quiero saber cuál es el nudo del asunto.
_ Tengo suerte, entonces. Cada vez creo más necesario el encuentro con
interlocutores que uno valide y que permitan que uno siga andando enlazado a
determinadas preguntas, apasionado e ilusionado. De eso finalmente se trata
esta carta para mí. De agradecer a cada uno de los que estuvieron de este o de
ese lado, conmigo, sosteniendo un precioso año de trabajo.
—De nada.
—Déjeme, querido lector, que les ponga nombre y rostro a los que
conozco.
—Diga nomás.
—En primer lugar a Paola, Elianna y Cecilia, mis socias y compinches
de lengua, lectura, escritura, estilo y madejas de conversación. ¡Qué nunca
falte!
A Gerardo Arenas, la primera persona que dejó caer un comentario en el
blog, y nos llenó de emoción con su comentario.
A Gabriela Misa, la amiga que acompañó aquel primer artículo con un
comentario que no lo dejó crecer huérfano, al pie de ¿Qué mundo creaste con esas palabras?
A Mariella, la lectora incondicional, cuya ausencia de comentarios
marcaba un silencio ansioso y expectante.
A María Noel G, que dejó escrita una pregunta que nos implicó a ambas.
A Paola B, que nos trajo al entrañable Felisberto. A Ad, que me enseñó el
sentido de la palabra colúmbida. A Quique de Lucio, que tan bien sabe hacer
decir a Lacan. A Juan, que me hizo saber que tengo que profundizar la pregunta
sobre el trazo unario. Al Anónimo con el que me sigo interrogando si el oficio
de psicoanalista versa sobre una lectura con tantas posibilidades de
interpretación como un buen libro. A María Paz, que nos sopló con auténtica
cadencia shilena, una poesía de
Nicanor. A Javier, Marcelo González I, Natalia Acosta por compartir nuestros artículos, Juan k, Roberto, Ruth, Silvia, Leo, Mary, Marta,
Mariana, Silvana, Laura, Daniel, Marcela, Ruben, Mariana, Sebastián, Cristina,
Yo Ludico, Ana Inés. A Clarice, que escribió y dialogó con los artículos.
A Peti, Vivi, Laura, Mónica y Flavia, Raquel, Silvia y Natalia, amigas
que a veces nos leen y otras saben mentir de buena manera para alegrarme. ¡Por
suerte lo logran!
A Ricardo, Serri, Guada, por jugar, divertirse y hacernos propaganda
en escuela, liceo y ambiente laboral.
A Pablo, Franchu, Fede y Pedro por convertirnos en interdepartamentales
jugando con nosotras.
A todos los que anónimamente han dejado comentarios y leído el blog.
Sé que podría haber abreviado, pero esto no es el Oscar, y no suena la
musiquita, y quiero nombrarlos de uno. Al igual que, de a uno, nos gustaría
invitarlos a escribirnos cartas, o hacernos llegar textos en torno a los temas
que nos competen, artículos que puedan circular dentro del blog, junto con los
nuestros.
Brindo por buenos encuentros en el 2013.
Felicidades. Chin Chin y Salud.
Felicidades. Chin Chin y Salud.
Salud, Mayra! La verdad, me gustaron mucho todos tus artículos!!! Muuuy sesudos, me hacían pensar mucho!!! Y si bien, casi nunca participé con comentarios, aprovecho este lugarcito para decirtelo. No me es fácil escribir, pero quería agradecerte de todas maneras.
ResponderEliminary bue si, esto delos cierres del año, así como los Zip que a veces se trancan o nos trancan en fin hay que ir cerrando con tranquilidad!!!! y ya que lo tiras por ahi( sin desmerecer a Marito como dicen ) estaría para tener unos dias de otoño con Felisberto, es tan lindo.....
Eliminarun abrazo
Gracias, Anónimo, por acompañarnos con tu lectura y por dejar este precioso comentario. Brindo por él!!!
EliminarMariella, qué alegría! Y qué tranquilidad también que aparecieras, no contar con tus palabras se iba a parecer demasiado a la yeta! Además me encantó que tu comentario incluyera una propuesta, y mucho más si está Felisberto en ella. Me gustó la idea, podemos darle cuerda...
ResponderEliminarChin Chin!!!!
A mi - si me lo permiten - me gustaría agradecer al lector de tu carta. Creo que sin él ninguna de tus palabras hubiera cobrado el sentido que alcanzaron. Además, pienso que te llevaba muy bien, te apuró cuando fue necesario, te escuchó cuando le decías cosas importantes, y te pidió que lo tutearas haciéndote sentir también a ti más a gusto. BRINDO POR "EL LECTOR" QUE PUEDA SEGUIR ENCONTRANDO CAMINOS INTERESANTES EN SUS RUTAS PALABRERAS!!! VAMO A GOZAR, VAMO A GOZAR, VAMO A GOZAR PRIETA RICA QUE MUNDO SE VA A ACABAR!! MUY FELIZ 2013 (EN UNA DE ESAS, ESTE AÑO, ESOS DESEOS SÍ SIRVEN DE ALGO)
ResponderEliminarQuerida amiga. a riesgo de ratificar tu comentario de que no te leemos pero decimos que sí para dejarte contenta, contesto tu carta al lector casi un año después, jejeje.
ResponderEliminarEl motivo de tal retraso es mi conocido "analfabetismo informático" hace dos días comprendí como hacer comentarios en el blog, gracias a tu paciente explicación. sabes que he leído la mayor parte de las cosas que has escrito pero impresas en papel A4 están más cerca de mis posibilidades, ejejejeej
Mónica Cantileno