Las 10 cosas que Wikipedia nos enseñó acerca de la risa


Por Mayra Nebril
 
1) Que hay quien asevera que la risa libera endorfinas, aumenta la cantidad de anticuerpos, activa los linfocitos, previene la formación de tumores, baja el colesterol, te regula la presión sanguínea, te aumenta el apetito -¡con razón!- pero te quita el miedo, la ira y te ejercita los abdominales, de hecho – afirman- que equivale a un ejercicio aeróbico. ¡U-la-la! ¡La risa nos hará inmortales!
2) Que hay quien dice que casi todo lo anterior es falso (obvio que se ríen menos que los del punto 1), pero son personas que sostienen que el llanto tiene los mismos beneficios que la risa, e incluso más, ya que además tiene un mayor ajuste con la realidad. Dicen que la risa es una reminiscencia o sinónimo del grito de triunfo del luchador tras ganar a su adversario. ¡Que queeeé?? Sí, aseguran que en todas las manifestaciones de humor existe un gesto de agresión, -sonreír = mostrar los dientes, ¿entienden?- incluso un lactante se ríe, afirman, no como manifestación de agradecimiento, sino porque consiguió lo que deseaba. Opa que está heavy metal esta manera de verlo. Controlen la agresividad, che, ni una sonrisa.
3) Que hay estudios que afirman que cada vez nos reímos menos. Mientras que un niño de entre 7 y 10 años se ríe 300 veces por día- sí, trescientas- un adulto lo haría 80. El mismo estudio contempla casos de sujetos que no ríen en absoluto. Debo aclarar que en esas 80 veces, cuentan también las sonrisas. Todavía no he logrado llegar al final de un día manteniendo abierta la cuenta de risas y sonrisas, si lo intentan verán que ha sido un estudio complejo de hacer.
4) Que se ha comprobado que la risa es contagiosa. Robert Provine, un neurobiólogo estadounidense, dice que la risa que es una forma de lenguaje universal de los seres humanos, que hay un nivel conversacional en la risa, - grabó secuencias de risas y observó que siguen las pautas de una charla- cuestión que hace que sea tanto menos frecuente la risa en soledad. Y que más que expresar felicidad o alegría, la risa sería una manera de entrar en sintonía con el sentir grupal. Motivo por el cual hay una pista de risas en las series cómicas de televisión. Cuando oímos a otra persona reírse de algo, inmediatamente nos fijamos en ese algo y lo consideramos más divertido que si esa persona no se ríe, y entonces sonreímos o incluso llegamos a reír. ¡Buena apreciación! Miren este videíto que nos dejaron en el muro de facebook, imposible mirarlo sin carcajearse, ¿o no?
5) Que hay una estadística que dice que la risa en sociedad se da 30 veces más que la risa en soledad – nuestra lectora Mariella, forma parte confesa de esta divertida minoría, aprovecho para admitir que yo también. Aun así, pienso que estar solo, no necesariamente significa que el otro no esté presente en uno. Como para seguir pensándolo.
6) Que hay un hombre llamado Norman Cousins que padecía una enfermedad muy dolorosa y al visitar a su médico, frente a la ineficiencia de los analgésicos, el especialista le recomendó mirar películas cómicas, y Norman -hombre de paciencia y fe, esto es una suposición, claro está-, decidió hacerle caso y alquiló unos cuantos DVD, descubriendo que 10 minutos de carcajadas le quitaban dos horas de dolor. Entonces fundó el primer Club de la risa. Quedé con curiosidad de saber qué películas hacían reír a Norman. Yo miraría Un misterioso asesinato en Manhattan o Kika.
7) Que en lo referente a la risa NO estoy de acuerdo con los griegos. Y me gusta mucho-no sé bien por qué motivo- esta discrepancia.
8) «Los hombres de valor no deberían representarse como poseídos por la risa, y aún menos deberíamos permitir tal representación de los dioses». Platón dixit. Hombre serio Platón, según el cual la risa sólo demuestra la maldad y el disparate. Asegura que lo que hace a una persona risueña, es la ignorancia sobre sí misma: la persona risueña se cree más sana, de mejor aspecto, más virtuosa o más sabia de lo que realmente es. Pah!!! Dice también que en la risa hay malicia y que es perniciosa, que nos hace perder el control y nos vuelve imperfectos y menos humanos. por lo tanto no deberíamos cultivar la risa. ¡Toda una teoría!, y no suena muy platónica.
9) Se sabe que Aristóteles dedicó un segundo libro de su obra Poética a la comedia, aunque dicho libro se perdió. La comedia sería la representación de los hombres peores de lo que son, asociando la risa a lo feo y también a la maldad. En cambio la epopeya y la tragedia tocarían la verdad y elevarían lo humano. ¿Qué tan alto nos querés elevar, Aristóteles?
10) Que un escritor llamado Koestler escribió un libro titulado El acto de la creación, en el cu al equipara el acto creativo en la ciencia, el arte y el humor, dando consistencia a la teoría bisociativa, según la cual en el borde de dos marcos referenciales muy dispares, fecunda una idea, producto de ese encuentro, novedoso e incluso revolucionario, ya que abre una posibilidad inexistente hasta ese evento, que dará lugar, por ejemplo a una carcajada. Conversando con Eli, me hizo notar que se parece y mucho a la definición que da Paul Ricoeur sobre la metáfora, "tiene mucho más que un valor emocional. Supone una información nueva. En efecto, por medio de un error categorial, nuevos campos semánticos surgen de los nuevos acercamientos. En suma, la metáfora dice algo nuevo sobre la realidad." Y podría afirmar que para definir la interpretación en psicoanálisis usaría palabras más, palabras menos, las mismas de Ricoeur y de Koestler.
¡Gracias a la risa y al humor, he aprendido un montón!

¡Una caída!

por Paola Menta

He pensado y mucho en la pregunta que el artículo La carcajada me permitió formular:

¿Cuál habrá sido la circunstancia en la que ocurrió la primera carcajada de la historia de la humanidad?

¿Cómo habrá vivido ese primer risueño la primera risa? ¡Qué interesante que la palabra sueño forme parte de risueño! ... la “s” liga y permite, cual portal, el pasaje de una a otra palabra. ¿Será que risa y sueño están emparentados de alguna manera? Y si así fuera, ¿de qué manera lo estarían? Se me ocurre, que el inconciente podría ser el nexo. ¿Pero cómo?

El niño, del que hablé en el artículo anterior, que se asustó ante mi carcajada y dijo: ¡No hagas eso!, es misterioso, ¡me asusta!, mostraba como sólo los niños son capaces de hacerlo, que la carcajada era un puro real para él, la carcajada no tenía para él, significación ninguna así como tampoco la tenía el acto de reírse de algo con otro. Reírse de algo con otro supone algo complejo, “eso” que habla también ríe.

Mucho tiempo transcurrió hasta que un día, ese niño y yo fuimos tomados por la risa mientras mirábamos la presentación de la película Monster Inc. Ante el traspié de un monstruo que cae por una alcantarilla nos encontramos riendo divertidos. En el instante en que su risa se dejó oír me miró, buscando tranquilidad y complicidad. Lo miré aún sacudida por la risa. Aliviado, él mantuvo la suya. Volvimos a reírnos. Pidió para volver a ver el momento de la caída del monstruo por la alcantarilla (¡que increíble que utilicemos la expresión Es una caída cuando alguien es muy gracioso!) y después de verla al menos tres o cuatro veces, me preguntó: ¿por qué ya no me da la misma risa? Ajajajajajajajajajaja  ¡estupendo! La clínica de niños nos permite, como analistas, asistir a milagros como éste.

Bueno, pero volviendo al primer risueño de la historia de la humanidad, me lo imagino anonadado, perplejo, quizá también asustado ante ese cambio de ritmo en la respiración; ese torbellino de aire que producía en su garganta esa sucesión de gorgorismos y espasmos que sacudían su cuerpo. Pese al susto, prefiero imaginar que igual se animó y se dejó llevar. Siempre me figuro esa situación inicial –mítica casi- entre dos. Imagino también la intriga del otro que miraba a este primero sacudido y agitado sin razón. Supongo también,  que pese a la curiosidad, se entregó y contagiado por la risa del primero descubrió que no había peligro alguno, más bien, se trataba de algo que lo sumía en oleadas de bienestar, de algo que sentía grato, y entonces encontró su propia carcajada. Rieron juntos, y aquello floreció y se potenció y se extendió por algunos segundos y algo cambió de allí en más.
Pero, ¿cómo supieron que se reían? ¿de qué se rieron?, ¿cómo supieron de qué se reían?

Me encuentro una y otra vez con la idea de que la risa –y no la sonrisa- debe haber estado en relación con la aparición del lenguaje, con la entrada de “eso” en las estructuras del lenguaje… ¿sería el inconciente la cicatriz de esa entrada en la cultura? ¿podría pensarse el inconciente como el resto de ese momento estructural?...

Pienso que la risa, desde el momento en que se recortó como risa y como tal también se la nombró, estuvo en relación con la entrada en las estructuras del lenguaje porque implica cierta terceridad. Se rieron de algo. Algo los hizo reír, aunque no supieran qué fue ese algo. Aunque ese saber llegara después.
Mucho tiempo después –me divierte pensar- tendría lugar el fenómeno del chiste, es decir la creación de un artificio que provoca la risa, sin embargo, esa provocación no puede realizarse de cualquier manera si quiere ser efectiva.

En Función y campo de la palabra, Lacan dice:

Es conocida la lista de las disciplinas que Freud designaba como debiendo constituir las ciencias anexas de una ideal Facultad de Psicoanálisis. Se encuentran en ella, al lado de la psiquiatría y de la sexología, “la historia de la civilización, la mitología, la psicología de las religiones, la historia y la crítica literarias”.

Añadiremos de buen grado, por nuestra parte –continúa Lacan-: la retórica, la dialéctica en el sentido técnico que toma este término en los Tópicos de Aristóteles, la gramática, y, cima suprema de la estética del lenguaje: la poética, que incluiría la técnica, dejada en la sombra, del chiste.
El remarcado es mío y está remarcado con entusiasmo y asombro ante el hallazgo. Lacan incluiría dentro de las ciencias anexas a la poética y hace especial hincapié en la técnica del chiste. ¿Por qué?

Otras preguntas se abren, para mí, allí: 
¿Por qué se producen chistes?
¿Para qué se producen los chistes?
¿Cómo se producen?
¿Dónde trabaja el chiste?
¿De qué se trata en el chiste?

Por suerte, nuestros queridos lectores han dejado varios chistes en la pestaña de juegos. Así, tengo material variado para seguir pensando sobre el humor que es cosa seria.

¿Qué piensan uds?

Lacan, Jaques. Escritos 1. Edit. Siglo Veintiuno. Pág. 260.
Imagen: La risa. Pintura anónima.

La Elocutio

Hay muchas definiciones necesarias en esta vida. Las de las figuras retóricas, sin duda que son algunas de ellas... ¡Sobre todo si estamos hincándole el diente al humor! Tomemos, pues, las palabras de los que más saben de esto para que nos allanen el itrincado camino que toma el lenguaje para decir algo que finalmente acaba en una risa. Un vasto pero también pintoresco camino donde las palabras recorren los más genuinos e insólitos trechos.
Los dejamos, a continuación, con un fragmento del Diccionario enciclopédico de las ciencias del lenguaje en el que Ducrot y Todorov nos aportan algunas definiciones.


Las figuras de retórica se han clasificado de mil maneras. Para hacer inteligibles los principios de clasificación, enumeraremos una veintena de figuras entre las citadas con más frecuencia, dando su definición clásica y después un ejemplo tipo: 1
Aliteración: repetición de los mismos sonidos. "El silbo de los aires amorosos" .*
Antanaclasis: repetición de una misma palabra con sentidos diferentes." Cruzados hacen cruzados, / escudos pintan escudos" (Góngora).*
Antítesis: contraposición de dos palabras antónimas (es decir, que comportan un sema opuesto). "Lloran los justos y gozan los culpables".*
Comparación: paralelismo de dos sentidos, por intermedio de "como" o de uno de sus 'reemplazantes. "Cuando se abre en la mañana / roja como sangre está" (García Lorca).*
Elipsis: supresión de uno de los elementos necesarios para una construcción sintáctica completa. "Tengo dos hijos, uno de cuatro años y otro de tres".*
Gradación: sucesión de términos (tres por lo menos), sintácticamente equivalentes, que poseen uno o varios semas en común entre los cuales hay por lo menos un sema que se repite con cambios cuantitativos. "Acude, acorre, vuela, / traspasa el alta sierra, ocupa el llano, no perdones la espuela, / no des paz a la mano, / menea fulminando el hierro insano" (Fray Luis de León).*
Hipérbole: aumentación cuantitativa de una de las propiedades de un objeto, estado, etc. "Por túmulo todo el mundo, / por luto el cielo, por bellas / antorchas por las estrellas, / y por llanto, el mar profundo". (Salinas).*
Inversión: permutación de elementos de una construcción sintáctica. "Elottait un nocturne archipel / Dans le jour ruisselant de ciel" [Flotaba un nocturno archipiélago / en la luz rebosante de cielo].
Ironía: empleo de una palabra con el sentido de su antónimo. "¡Qué valiente es usted!..."
Lítotes: disminución cuantitativa de una de las propiedades de un objeto, estado, etc. "En esto no os alabo".*
Metáfora: empleo de una palabra en un sentido parecido, y sin embargo diferente del sentido habitual. "El canto ardiente del orgullo" (E. Molina ) .*
Metonimia: empleo de una palabra para designar un objeto o una propiedad que se encuentra en una relación existencial con la referencia habitual de esa misma palabra. "Llamaron a la puerta una voz y un nombre" (J. L. Borges).*
Oxímoron: relación sintáctica (coordinación, determinación, etc. ) de dos antónimos. "Cette oscure clarté qui torn. be des étoiles" [Esta oscura claridad que cae de las estrellas] ; "La música callada, la sole­dad sonora".*
Paronomasia: relación entre palabras de sonidos semejantes, pero de sentidos independientes. "Compañía de dos, compañía de Dios".*
Preterición: fórmula mediante la cual se declara no decir lo que se dice en la frase misma. "No quiero llegar a otras menudencias, conviene a saber, de la falta de camisas y no sobra de zapatos, la caridad y el poco vestido, ni aquel ahitarse con tanto gusto cuando la buena suerte les depara algún banquete" (Cervantes).*
Quiasmo: la relación entre dos palabras se encuentra repetida, pero invertida en el resto de la frase. "Hay que comer para vivir y no vivir para comer".
Repetición: reiteración de la misma palabra o el mismo grupo de palabras. "Como Cornelio Agrippa, soy dios, soy héroe. soy filósofo, soy demonio y soy mundo, lo cual es una fatigosa manera de decir que no soy" (J. L. Borges).*
Silepsis: una misma palabra que tiene más de un sentido participa de más de una construcción sintáctica. "[La muerte] llegue rogada, pues mi bien previene; / hálleme agradecido, no asustado; / mi vida acabe y mi vivir ordene" (Quevedo).* Ordene significa, a la vez, "mande" y "ponga en orden".
Sinécdoque: empleo de una palabra en un sentido del cual su sentido habitual es sólo una parte. "A la seda pomposa siciliana / que manchó ardiente múrice, el romano / y el oro hicieron áspera y tirana" (Quevedo).*
Zeugma: coordinación gramatical de dos palabras que poseen semas opuestos, por ejemplo, "abstracto" y "concreto". "Parecían verse dos hembras grises, vestidas de andrajos y desaliento".


1 Los ejemplos en español señalados con un asterisco, que reemplazan los del original francés, se han tomado del Diccionario de términos filológicos de Fernando Lázaro Carreter, Madrid, 1968. (N. del T.)

Diccionario del disparate Langue Lengue


Julio E. Suárez (Peloduro) escribió su Diccionario del disparate en 1967 y nos arrancó carcajadas con sus ocurrencias. Acá les dejamos algunas que nos parecieron geniales.


ALFALFA. Primera letra del alfabeto griego de los tartamudos.


AMATISTA. Que detesta el mate y otras infusiones.


BALBUCEO. Ómnibus 141 – 142.


CAMASTRO. Cama de matrimonio donde duermen la madre y el padrastro.


SINTETIZAR. Acción de ponderar la belleza de una mujer haciendo delicada abstracción del busto.


TRAGEDIA. Desesperación de un sastre por cobrarle el traje a uno.



¿Hacemos nuestro propio Diccionario del disparate?



Páginas vistas